Recientemente
se reavivó el fuego de un movimiento de profundas raíces pero que las había
visto adelgazarse con el pasar de los años. Hoy, la nueva dirigencia promete
ser el abono que las refuerce y multiplique para poderlo florecer nuevamente.
Gaspar Quintal Parra dio inicio el pasado mes de mayo a una nueva etapa llena
de esperanza para los militantes priistas, así como para muchos simpatizantes
que se habían quedado dormidos y habían sido trasladados temporalmente al área
gris de votantes flotantes, o simplemente, fuera de la participación electoral.
Quintal
Parra, ahora busca “reunir” a toda la antaño gloriosa estructura, bajo la insignia
de la dirección horizontal y democratización interna, pugnando por los valores
revolucionarios que vieron nacer al partido, retomando a su vez ideales
cerveristas de desarrollo y progreso, así como del amor por Yucatán. Con un
estilo propio, legado de una larga y fiel carrera como militante y servidor
público, el actual diputado plurinominal, se alza más fuerte que nunca. Su toma
de protesta como presidente del PRI estatal se desenvolvió ante más de 8,000
asistentes en la Casa del Pueblo.
“Nosotros
hablamos de una reunión del priismo. Yo creo que es muy importante que todos
los liderazgos reales, todos los liderazgos serios, todos los liderazgos que
tengan una presencia social, estemos integrados en el partido, tenemos que ser
incluyentes.”
Reconoce
la necesidad de volver a reunir fuerzas y a todos los miembros y colaboradores
experimentados que en su momento tejieron la fortaleza del partido. Pretende
reunir a los mejores ciudadanos, inteligencias y talentos para poder ofrecer
ofertas viables de gobierno. Entiende que el factor humano y la conformación de
equipos sólidos y capaces de trabajo son esenciales para darle credibilidad al
partido, antes inclusive de presentarse a las urnas. Se trata de un trabajo
previo de reinserción social.
“Lo
importante es convencer, no vencer, sino convencer de que podemos gobernar
mejor ese estado.”
En
entrevista para El Toloc, el dirigente anunció importantes cambios en la manera
de conducirse el partido, donde la profundización de los procesos democráticos
es prioritaria. Reflexionó abiertamente acerca de la enorme deuda que tienen
los partidos políticos de democratizarse internamente, puesto que muchos de los
errores que se cometieron en el PRI tuvieron como base las imposiciones, las
decisiones autoritarias y centralistas, la falta de respeto a las decisiones
locales, el amiguismo, y el compadrazgo.
“Lo
primero que vamos a hacer es acabar con todo eso. Vamos a acabar con la época
del dedazo. Vamos a iniciar una nueva época en la que haya respeto a las
decisiones locales, y en ese sentido, en las decisiones municipales. La fuerza
del PRI está en los ayuntamientos”.
Muy
a lo Cervera Pacheco, el nuevo presidente hace frente al centralismo y exige en
voz alta que se respeten los procesos y decisiones locales. Reconoce que su
fuerza como partido radica en el interior del estado ya que 41 estados aún están
teñidos de rojo, por lo que el respeto a sus formas particulares es esencial
para rescatar al partido. El colectivizar las decisiones y convertirlas en
formato horizontal, involucrando a más actores políticos y con liderazgo social
se volverá el estandarte de su dirección. El presidente del PRI estatal
reconoce que hubo errores en el pasado que llevaron invariablemente al
debilitamiento del partido.
“La
época del elitismo, la época de las decisiones de cúpula, le hicieron mucho
daño al PRI. El PRI perdió las elecciones en el 2000, tardó 12 años en
regresar. Lo malo es que regresó con los vicios que lo hicieron perder en el
2000 y perdimos la elección en el 18.”
Él
mismo se reconoce como parte de un movimiento que dio lugar a una
transformación democrática, al paso de un PRI de partido hegemónico de Estado
hacia un partido político en competencia. Reconoce que es necesario retomar ese
rumbo, reformarse desde las bases y poner en práctica la visión democrática de
sus fundadores.
“Hoy
es momento de poner en práctica esa visión democrática. Si hoy estamos
enfrentando la sombra de la demagogia, que es la perversión de la democracia,
tenemos que democratizarnos más para ser una alternativa real ante la sociedad.
Y es
que precisamente a partir de la transformación del sistema de partidos se
abrieron espacios para otras corrientes ideológicas y visiones de Estado. Con
dicha fragmentación y paso al pluralismo político, se obliga a reconocer la
participación de las minorías y en la importancia de hacerles partícipes del
gobierno. Bajo la visión de Quintal Parra, no debería hablarse de alianzas
electorales sino de gobierno. Habló acerca de la actual búsqueda de la
aprobación en el Congreso de la posibilidad de gobiernos de coalición en
Yucatán, para así quienes contiendan en alianzas y coaliciones puedan tener
representación real en el ejecutivo. Se habló de que para alcanzar una alianza
entre diversos partidos antes debe de haber un programa de gobierno en común,
que culmine efectivamente en un gobierno de coalición.
“No nos aliaremos con nadie para repartirnos el
botín, nos aliaremos con cualquier partido político para gobernar y para
repartirnos el trabajo de gobierno.”
Destacó
que la larga trayectoria del PRI lo avala como líder en políticas de seguridad,
desarrollo económico e infraestructura.
“Yucatán
es una isla en materia de seguridad en el país y eso ha sido producto de 25
años de políticas públicas iniciadas en gobiernos priistas, que afortunadamente
en este gobierno continúa el mismo titular que ha sido durante todo este tiempo
y que demuestra que podemos aportar mucho en materia de políticas públicas en
cuestión de seguridad.”
Asimismo,
en el marco del 5 de junio Día Internacional del Medio Ambiente, también hizo
manifiesta su preocupación por integrar la agenda de sostenibilidad en sus
programas de gobierno. En específico habló acerca de la preocupación por la
falta de planeación urbana que tanto daño está haciendo a la capital yucateca y
zonas conurbadas así como de los servicios de gestión de residuos, que deben
ser atendidos de manera integral.
Por
otro lado, a raíz de su entrega de administración tanto local como estatal, el
PRI dio inicio a una etapa como oposición, misma que ha desempeñado de manera
frontal y sostenida. Su reciente negativa a apoyar el crédito con el que se
financiaría la ampliación del Puerto de Altura de Progreso, llamó la atención
puesto que dicho proyecto fue iniciado por Víctor Cervera Pacheco durante su
gestión como gobernador. Sin embargo, al cuestionarlo al respecto, recuerda que
su construcción fue financiada por el gobierno federal en su totalidad.
“Hoy creemos que, si bien hace falta una segunda etapa,
porque afortunadamente es una obra con mucha viabilidad, que está dando muy
buenos resultados, […] también se debe buscar un esquema en el cual no
endeudemos a los yucatecos. Por otro lado, no recibimos la información de que
se tenga ya completo un proyecto técnico, viable, un proyecto en donde se nos
diga de manera clara cómo se va a recuperar ese financiamiento. […] Hay algunas
fallas, me parece, en materia de planeación y de presupuestación, que pues con
el dinero de los yucatecos no se puede jugar.”
Víctor
Cervera fue una de las grandes figuras yucatecas que impactó en la manera de
hacer política en la región. Fue mentor del mismo Quintal Parra, quien asegura
ha sido el mejor gobernador del siglo XX. Reconoce que de él aprendió del culto
al trabajo y la dedicación, así como del amor y compromiso con la península,
por lo que su meta es compartir el trabajo y los valores cerveristas. Así,
nutrido de su trayectoria personal y de aquellos que marcaron su formación,
forja un nuevo camino para el partido.
“Pretendo
ser uno de sus discípulos más avanzados por el nivel de enseñanza que nos dejó
a los yucatecos, el ejemplo de entrega y de pasión por Yucatán. Y que bueno, en
el PRI decimos, al menos yo soy orgullosamente cerverista.”