Las
nuevas agendas de sostenibilidad mundiales y las que se han adaptado a nivel
local, como la Agenda 2040 en Yucatán, empiezan a vislumbrar una nueva manera
de hacer uso de la naturaleza pero también de consumir y de gestionar los
recursos. Hay dos propuestas que empiezan a tocar la puerta sin que ninguna
haya logrado consolidarse, estas son la economía circular y el movimiento
decrecentista que se escucha más en el Viejo Mundo. En un conversatorio
realizado con el Dr. Javier Becerril, economista, investigador y docente de la
Universidad Autónoma de Yucatán, se dialogó acerca de la situación en Yucatán
en torno a la sostenibilidad y de estas dos propuestas que se están empezando a
escuchar en algunos círculos.
Se
inició haciendo un análisis desde lo global hacia lo local. Es una realidad que
los lugares donde se genera la mayor cantidad de gases que provocan el efecto
invernadero, principalmente C02, es en países capitalistas. Sin embargo los
principales países que son vulnerables al cambio climático son aquellos menos
capitalizados, comentaba el Dr. Becerril, haciendo referencia a un artículo
publicado recientemente
“Sabemos
que los países periféricos están esperando recibir inversiones extranjeras
directas, privadas o del gobierno federal para promover la generación de
empleo. Siempre en la jerga de los economistas tenemos un trade-off, o
conservamos el capital natural o generamos empleo. Entonces una economía como
la mexicana o la yucateca tenemos la necesidad de generar empleo pero el
capital natural se ve afectado.”
Por
tanto, se tienen que diseñar políticas públicas que dañen menos el medio
ambiente, el promover los productos con alto valor agregado es una de esas
salidas. Si se apuesta por industrias que utilizan materias primas se
compromete mucho el equilibrio natural.
También
se conversó acerca del decrecimiento, que es ir más allá del desarrollo. Se
trata de crecer en confort pero decrecer en temas que nos afectan, salir de la
economía lineal que implica extraer, producir y desechar.
“Tenemos
poco acceso a la información, a la literatura o contactos. Yo tuve la suerte de
estar el verano pasado en Alemania, en Kassel, y allá están surgiendo estos
movimientos sobre decrecimiento. Pero no hay que entenderlo como una recesión o
parar la economía, sino parar de crecer en producir, por ejemplo, plásticos,
combustibles fósiles. Son temas de justicia social, repartición de riqueza. Ya
no necesitamos hacer tantas casas, hay mucha sobre oferta. Tal y como el caso
de los holandeses con el movimiento de los ‘Ocupa’, que utilizan espacios
vacíos para habitarlos.”
El
investigador trató el tema de la economía circular y aclaró que su principal
objetivo es el de tener descarga cero. Sin embargo, aseveró que hay que tener
la capacidad económica, recursos humanos e interés para lograr transportarse a
ese modelo. Igualmente se mencionaron los esfuerzos realizados por Kekén,
Bepensa y Dondé para aplicar modelos de economía circular. De igual forma
mencionó algunas instituciones educativas que están empezando a involucrar
estos modelos y que están convencidos de la necesidad de invertir en el
desarrollo sostenible y de predicar con el ejemplo.
Finalmente,
se charló de algunas áreas de oportunidad que existen a nivel local para
fomentar en los pequeños productores, que son de las mayores fuentes
contaminantes, para migrar hacia la sostenibilidad. El Dr. Becerril sugirió que
se dieran incentivos económicos o innovación tecnológica para reducir su
impacto ambiental. Insistió de igual manera en la necesidad de acercarse a toda
la industria, desde los aparceros, hasta la maquila y agroindustria y no
enfocarse en un solo sector. Por otro lado, se deberán de sincronizar las
políticas públicas para que no sean contradictorias entre ellas y realmente ver
cambios. Se mencionó que lo ideal inclusive sería involucrar a las diferentes
industrias para que se complementen y aprovechen sus desechos. En la teoría
neoclásica que se enseña en los centros universitarios, se enseña la máxima
utilidad, pero se ha llegado a un límite en el que ya no se puede seguir esa
tendencia. Es necesario tomar nuevos caminos y patrones de producción y consumo
empezando desde la educación en el ámbito privado del hogar.