El
Observatorio de Movilidad Sostenible (OMS) es un colectivo ciudadano que se
creó en 2015 que tiene como propósito hacer un monitoreo de todas las políticas
públicas de movilidad sostenible, y también con un enfoque de perspectiva de
género, medio ambiente y seguridad vial, y planeación urbana. Todo esto bajo el
entendido de que la movilidad es un fenómeno multifactorial y sistémico. En
entrevista con Eduardo Monsreal, uno de los fundadores del OMS, nos comenta su
perspectiva respecto a diversas situaciones que se están presentando en Yucatán
respecto a movilidad, principalmente en la capital y su área metropolitana.
Se
está viendo una migración y crecimiento acelerados de la ciudad y esto está
resultando en colapsos de las diferentes vialidades. ¿A qué se debe esto?
Depende
de la zona de la ciudad, en el caso de la zona norte se podría hablar de una
problemática de una falla en la planeación urbana. A pesar de que contamos con
un programa de desarrollo urbano este no se aplica del todo. El mismo programa
de desarrollo urbano no define claramente ni de manera eficaz el tema del
trazado de las redes viales futuras.
Como
Observatorio, en el marco de la modificación del PDU, que se empezó a trabajar
en 2020 hemos planteado la definición de una red vial primaria, es una cuestión
básica. La generación y determinación específica de polígonos, centros de
barrio, núcleos de servicios, subcentros urbanos. Así como buscar que estos
planes tengan un respaldo jurídico, programático. Que no simplemente sea el
documento, que se respete el trazado futuro, que si en una zona está proyectado
el trazo de una vialidad primaria, que se respete. Que sea un determinante en
la lotificación de cualquier desarrollo inmobiliario.
La
realidad es que hoy no se plantean esas redes viales futuras, simplemente se
terminan colgando de las carreteras de comisarías que existen. Entonces todos
se cuelgan de ahí como si fuera un tendido eléctrico improvisado. Eso es lo que
está pasando sobre todo en el noreste del municipio de Mérida. Esta situación
se vuelve todavía más complicada porque ya hay un proceso de conurbación con
Conkal, que ese es otro municipio que ni siquiera cuenta con un PDU. Esto lo
hace un fenómeno más complicado, porque ya no solo es Mérida que tiene un
cierto control y proceso de planeación. Hay también un problema de coordinación
intermunicipal, una falta de visión metropolitana, porque no solo es Conkal,
también hay que sumar otros municipios que están en una situación sumamente
crítica, como es el caso de Kanasín o Umán, que están pasando por un proceso de
conurbación prácticamente sin planeación.
Ahorita lo estamos viendo con la implementación de la red de
transporte público. Aunque tenemos unas unidades modernas el gobierno actual
enfrenta ciertos retos: ¿Dónde va a estar el derrotero? ¿Cuál va a ser la ruta
ideal? Y ante la estructura de plato roto que tenemos en Mérida, muchas de las
rutas que se plantean son sumamente sinuosas y eso afecta en el funcionamiento
y en la operación de una ruta de transporte público. Afecta también en los
tiempos, porque una de las cuestiones básicas del transporte público es que sea
de fácil acceso y con el menor tiempo posible, cuestiones que por la traza y la
configuración que tenemos, difícilmente se cumple.
En cuanto a la accesibilidad del transporte público, ¿Qué
tan adaptados están? ¿Qué tan exitosos han estado siendo estas políticas?
Con la creación de estas nuevas rutas, como es el caso del Va
y Ven del Circuito Periférico y el Circuito Metropolitano, creo que sí ha sido
una demanda que se había solicitado. Era una demanda antigua que finalmente ya
se concretó y que ha permitido de alguna manera desahogar un poco la saturación
de servicios como el Circuito Metropolitano y, también, constituye una opción
más para quienes necesitan desplazarse en el área periférica de Mérida, para
que ya no tengan que pasar por el centro y poder hacer estos transbordos en
otros sectores de la ciudad. Creo que la idea es sentar las bases para la
conformación de una malla de transporte público, una red de transporte público
integrada. Es un primer paso y me parece adecuado.
Una de las cosas que sí se tendría que reconocer es el caso
de la Ley de Movilidad. No nos gustó la parte de seguridad vial que, como
colectivo junto con otras organizaciones reclamamos, pero en lo que concierne
al apartado de transporte público era algo que sí se necesitaba, darle validez
jurídica a una serie de reformas que ya se estaban implementando. Es lo que
permitió sentar las bases para que se puedan concretar programas como la del Circuito
Periférico y la modernización del Circuito Metropolitano, que era más que
necesaria. No solo el cambio de unidades, que es la parte más visible y
mediática, sino también lo que concierne a la operación.
¿Qué tanto podría ayudar a reducir los altos niveles de tránsito
vehicular las nuevas opciones de movilidad como las bicicletas públicas?
Hay que tomarlo con pinzas, porque estas políticas tardan,
llevan tiempo en dar resultados. No es algo que se refleje inmediatamente.
También, un sistema de bicicleta pública como la que hay aquí en Mérida, constituye
una buena opción para quienes necesitan hacer desplazamientos que son demasiado
largos para caminar, pero demasiado cortos para moverse en autobús. Son recorridos
que no puedes hacer caminando, sino que resulta más cómodo hacerlos en
bicicleta. Se ahorra tiempo, se evita un esfuerzo y una exposición mayor al
sol, especialmente en mediodía.
Creo que en ese tipo de desplazamientos de “última milla” es
donde la bicicleta pública es una opción conveniente. Evidentemente no es para
todos, sino que es una opción más. Si necesitas desplazarte para ciertos
recorridos dentro del centro, pues ahí es donde el sistema de bicicleta pública
es una opción. Todo dependerá también, de cómo van a ser las tarifas, planes y
modalidades de pago. Eso sí está pendiente por que nos lo definan.
Las condiciones climáticas de Mérida quizás requerirían
de algunos espacios de descanso con sombra, sobre todo para aquellos que se
planteen desplazarse desde zonas más alejadas.
La realidad de la movilidad ciclista es que muchas de las
personas lo utilizan para trayectos cortos, no es que se avienten la ciudad
completita. Si bien, la idea es que te configure esta red para que puedas
atravesar toda la ciudad, no significa que la gente vaya a usarla para esos
desplazamientos tan largos. Y es ahí donde juega un papel clave la
intermodalidad. Es decir, combinar viajes, de tal manera que puedes hacer una
parte de tu recorrido en bicicleta propia, y conectar con un autobús, para
después hacer un tercer recorrido en bicicleta pública. Así, combinas ya varios
modos de desplazamiento en tu viaje.
Ahora, el tema de las áreas de descanso, lo ideal sería que
las calles de nuestra ciudad dispusieran del concepto de calle completa: carril
para autobuses de transporte público, carriles para ciclovías, franjas para el
arbolado urbano, áreas de sombra. Sin embargo, también hay que ser conscientes
de espacio que disponemos hoy en nuestras vialidades. Es ahí donde el diseñador
urbano juega un papel clave para ir viendo cómo podemos adaptarnos al espacio
vial que tenemos, que en el caso de Mérida se ha caracterizado por tener una
red vial primaria capilar, muy angosta. Hoy por hoy, no podemos estar haciendo
ampliaciones de calles, sino que tenemos que optimizar lo que tenemos
disponible.
¿Cuáles serían las grandes áreas de oportunidad que tiene
tanto el municipio como el gobierno del Estado para mejorar la viabilidad y la
sostenibilidad y a su vez reducir el flujo de vehículos particulares para poder
reducir la emisión de CO2?
Una de las funciones clave es mejorar el tema de la
intermodalidad, porque en principio existe, pero no se trabaja del todo.
Tenemos muchas intersecciones donde se hacen transbordos de rutas, donde se
llevan a cabo estos espacios potenciales de intermodalidad bus-bici, pero solo
se da en ciertos cruceros y debería de fomentarse en todos los paraderos. También
hace falta el tema de monitorear el desempeño de los cruces que se están
interviniendo. Tenemos el caso ahorita del proyecto de semaforización peatonal
en donde no estaban configurados los tiempos para el cruce de peatones. En
algunas interacciones no corresponden, no te da el tiempo suficiente para
cruzar. Estos temas se tienen que ir corrigiendo, se tiene que evaluar primero
y con base en lo que se determina a través de una auditoría de seguridad vial,
hacer las correcciones y ajustes pertinentes.
Se tiene que trabajar el tema de planeación urbana, porque
ahorita estamos enfocándonos en el transporte, pero necesitamos calles lo suficientemente
amplias, no para que haya más carriles para autos. Estamos hablando de derechos
de vía, que sean lo suficiente como para poder disponer de un carril para
autobuses, carril preferencial, una ciclovía, camellones que sirvan no
solamente para separar los flujos vehiculares, sino también otorgarle al peatón
zonas de descanso entre una serie de carriles. Y se requieren también espacios
para aceras amplias, carriles de servicio que sirvan, por ejemplo, para carga y
descarga de mercancías, estacionamiento de corta duración, áreas de ascenso y
descenso de pasajeros de taxi. Considerar todos los modos de desplazamiento.
Actualmente tenemos esta disyuntiva en muchas vialidades de
nuestra ciudad, especialmente en las zonas céntricas, donde hay avenidas que
solo tienen dos carriles efectivos de circulación. No hay manera de generar una
ciclovía o generar un carril preferencial para el transporte público. Hay
lugares o cruceros que tienen tanta congestión que, se necesitaría disponer en
ciertos puntos críticos carriles preferenciales o exclusivos para que el
transporte público pueda pasar rápido. Entonces, esto implica espacio.
Necesitamos un derecho de vía más generoso. Pero eso, ¿cómo lo podemos
garantizar? A través de la planeación urbana. Entonces, ahí es donde se
requieren de los instrumentos de planeación urbana, de la mano con los catastros
y de las direcciones de desarrollo urbano, quienes se encargan de condicionar
los proyectos de urbanización para que estén todos en la misma sintonía y se
piense todo en función del transporte público como parte de la columna
vertebral de lo que es nuestro sistema de la movilidad urbana.
¿Qué está pasando con estas colonias que tienen manzanas
muy grandes y que no tienen centros de barrio generando temas de la dificultad
en la movilidad, comercio y esparcimiento?
Lo ideal sería que fueran manzanas cortas para fomentar
recorridos caminables. Eso en algunas zonas que ya está todo configurado
urbanísticamente ya no es posible, pero sí podemos apoyarnos a lo mejor de la
movilidad en bicicleta. Pero para ello necesitaríamos hacer modificaciones a la
reglamentación en materia de construcción, en materia del otorgamiento de
licencias de funcionamiento de los comercios de nueva creación. Pero los que ya
están en operación, el Ayuntamiento debería generar algún programa de
incentivos a los comercios para que habiliten ciertos cajones de
estacionamiento para bicipuertos.
Esto va de la mano de generar espacios de vialidades que
sean seguras, de baja velocidad, pacificación de tránsito. No estamos hablando
necesariamente de crear ciclovías, estamos hablando de hacer el recorrido en el
menor tiempo posible, que no necesariamente es con la mayor velocidad. El tema
de la eficiencia tiene que buscar un balance con la seguridad vial. De acuerdo con
la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la prioridad es la seguridad de
las personas. Entonces, hay que buscar un balance, la eficiencia tiene que
estar allá, pero la prioridad es la seguridad.
Para estos casos de manzanas muy largas es apoyarnos de la
movilidad en bicicleta y también hacer una campaña de revalorización de la
bicicleta para que no se le vea como que solo se usa en el área rural, sino que
también puede ser utilizada para gente de mayor poder adquisitivo. Igualmente, de
la mano de la iniciativa privada, señalar que la movilidad en bicicleta también
puede ser una opción para la gente de mayor edad con bicicletas adaptadas, movilidad
asistida. Existen los vehículos eléctricos de movilidad personal (VEM). Ahí
también juega el área de transición entre movilidad motorizada y no motorizada,
asimismo pueden ser modos muy convenientes para gente con dificultad motriz. Se
debe ir más allá de la bicicleta, está el triciclo y otras opciones de
vehículos que en nuestra región no está popularizado, pero en otros países ya
está muy extendido ese tipo de vehículos. Así, dicho tipo de vehículos puede
ser una opción bastante válida para estas zonas que tienen manzanas muy largas,
esos lugares que no son caminables, pero sí pueden ser habilitadas como para
hacer opción lugares pedaleables.