La
psiquiatría como tal empezó a sonar como una especialidad médica a partir de
los años veinte, pues anterior a ello, apenas y se mencionaba en los textos de
patología interna en las facultades de Medicina. La “locura” se tenía en una
concepción vulgar y, por tanto, los enajenados eran malentendidos y aislados en
los hospitales. Al no existir un área de investigación no había curas como tal
y se limitaban al uso de bromuro, opio y cloral para controlarlos.
La
atención psiquiátrica en Yucatán ya sobrepasa los 100 años pues fue el 6 de
febrero de 1906 con el Asilo para enfermos mentales Leandro León Ayala que
inicia su historia. Este se hizo con un fondo de $250 en plata que fueron
donados al morir por Don León Ayala para tratar a los enfermos mentales de la
región. Fue el mismo Porfirio Díaz que inaugura este centro, ubicado en la
actual avenida Itzaes frente al Parque Centenario, para asilar a quienes
compartían esa condición para la que no había cura. Dicho asilo se encontraba
en el Parque de la Paz, aunque realmente solo se llegaba ahí para entrar al
manicomio, la cárcel o el hospital. El asilo constaba de 20 edificios y llegó a
tener 290 camas, atendiendo hasta a 640 personas anualmente.
El
primer director fue el Dr. Eduardo Urzaiz Rodríguez, quien fue enviado a Nueva
York para especializarse en el tratamiento de enfermedades mentales. En el año
1909, a iniciativa de un grupo de alumnos y de la mano del director Urzaiz, se
inició la Cátedra de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad
de Yucatán, siendo igualmente el autor de un “Manual de Psiquiatría”.
Ante
la necesidad de atención a los pacientes con problemas psiquiátricos graves que
llegaban a requerir hasta tratamientos quirúrgicos, en 1954 se funda el
Hospital Neuropsiquiátrico, anexo al asilo Leandro León Ayala, y a partir de
1957 se cambió oficialmente la denominación de asilo a hospital para enfermos
mentales.
El Asilo Ayala fue cerrado el 29 de enero de 1978 con la inauguración en la colonia Bojórquez del Hospital Psiquiátrico. Se construyó a las afueras de la ciudad un nuevo hospital que ofrecería servicios de atención integral hospitalaria médica psiquiátrica así como servicios de Consulta Externa, Urgencias Psiquiátricas, Consulta Externa de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia, Psicología, Psicometría, Terapia Ocupacional y un centro de docencia e investigación.
En
2018, con la introducción la metodología del Modelo Hidalgo se inició la
construcción de 10 villas de transición hospitalaria con la que se pretendía
ofrecer una nueva visión de salud mental que fomentara la cultura del respeto y
atención a los pacientes. Esta construcción se realizó al costado de los
hospitales Materno Infantil y Amistad Corea-México en la colonia Mil Piedras
con una capacidad de 120 personas y diversas áreas especiales tales como cine,
rehabilitación física, farmacia, comedor, entre otras.
Su objetivo original era transformar la atención del mero tratamiento a la reinserción y autonomía del paciente, sin embargo, nunca se abrió al público debido al cambio de modelo de atención psiquiátrica así como por falta de equipamiento. A raíz de una modificación en la Ley Federal de Salud en la que se imposibilitaba la construcción de hospitales psiquiátricos, pues con el nuevo modelo nacional de atención psiquiátrica se elimina el rubro y se da prioridad a la atención primaria e integral, desapareciendo así el modelo de villas. Este proyecto se ve sustituido por el nuevo modelo de abrir camas en hospitales generales de salud mental de manera gradual los hospitales psiquiátricos. Esto viene reforzado con la firma en 2018 de la federalización de la atención a la salud.
En
el sector privado, con la popularización de la especialidad psiquiátrica, la
práctica de consultorios privados inició su auge a partir de los años setenta
para contar actualmente hasta con una clínica de atención psiquiátrica del
renombrado Dr. Arsenio Rosado, actual Director del Instituto de Salud Mental
del Estado. Por otro lado, la aparición de diversas asociaciones sin fines de
lucro tales como Vivir en Plenitud” y el Voluntariado Yucateco de Asistencia a
la Salud, quienes cuentan con grupos y centros de apoyo y psicoeducación,
aportaron a la divulgación de información acerca de afectaciones mentales a
centros educativos públicos y privados así como a empresas y conferencias para
el público en general.