Tixkokob: Cuna de la hamaca

Turismo


Por Edly Mortera

@enfamiliaxyucatan

Tixkokob, cariñosamente conocido por los locales simplemente como “Tixko”, es un municipio ubicado al oriente del estado de Yucatán, a solo 45 minutos de Mérida, y es conocido como la cuna de la fabricación de hamacas. 

La hamaca, ese tejido artesanal que evoca descanso y comodidad, es mucho más que un objeto cotidiano en Yucatán; es un símbolo cultural profundamente arraigado en la vida y las tradiciones de su gente. Su uso se remonta a tiempos prehispánicos, cuando los pueblos mayas la adoptaron como parte esencial de su forma de vida debido a su practicidad y comodidad en el clima cálido de la región.

Este arte, heredado de generación en generación, se mantiene como un símbolo de la identidad local. Las hamacas, elaboradas con técnicas tradicionales y materiales como el hilo de algodón o nylon, son un reflejo de la habilidad y creatividad de los artesanos de la región, mezclando colores y creando patrones que hacen que cada pieza sea prácticamente única. Cada hamaca es una obra de paciencia y destreza, que puede llevar días o incluso semanas en completarse.

Debo confesar que antes de mi llegada a Yucatán, para mí las hamacas eran simplemente un accesorio para tomar la siesta en la playa, y descubrir la relevancia que tienen en la cultura Yucateca ha sido una de mis grandes fascinaciones, al punto que hoy, también tenemos nuestra hamaca para poder “patear pared”, adquirida orgullosamente en uno de los talleres locales de “Tixko”.

En Yucatán, la hamaca no es solo un lugar para dormir o relajarse. Es un espacio de conexión familiar y social. En muchas casas tradicionales, se instalan en la sala o en los dormitorios, donde sustituyen a las camas convencionales e incluso, desde pequeños, los bebés duermen en hamaca, y las madres cuentan con la habilidad de hacer los amarres necesarios para volverla una cuna y que no se caigan los niños. 

Hoy en día, la hamaca yucateca no solo es un objeto indispensable en los hogares locales, sino también un símbolo que ha trascendido fronteras, siendo valorada internacionalmente por su calidad y diseño. Así, este tejido artesanal sigue siendo un puente entre la historia, la identidad y el descanso en la cultura yucateca.

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